miércoles, 16 de abril de 2008

Lectura tercera.

HISTORIA BREVE DE LA COMARCA DE LAS HURDES

Algunos estudiosos de la comarca coinciden en que Hurdes proviene de la palabra “jurdes”, que significa lavadero, ya que en el lavado de sus tierras se obtenía oro, metal contenido en la pizarra, material abundante y preciado en la zona, a través del cual se adornan o recubren las casas y construcciones típicas hurdanas.

Las Hurdes ha sido una tierra muy visitada por personajes ilustres desde que lo hiciera nuestro famoso escritor Miguel de Unamuno en 1914 acompañado del humanista francés Maurice Légendre. Fue en esa visita a nuestra comarca cuando Unamuno pronunció esas palabras que después con el paso de los años se hizo tan famosa: -”Aunque en todas partes el hombre es hijo de la tierra, en las Hurdes la tierra es hija de los hombres”, refiriéndose sobre todo a los pueblos y alquerías encauzadas en las Hurdes Altas, cuyas numerosas construcciones de pizarra aun hoy se confunden con la tierra. Por ello los hurdanos, debido a las características del terreno, que lo hacía muy difícil de arar, tuvieron que hacer bancales para poder transformar esas tierras en zonas donde se pudiera cultivar. Debido también a este terreno tan abrupto, tuvieron que optar por un tipo de ganado que pudiera adaptarse bien a esta sierra tan rocosa, por eso las cabras, fundamentalmente, forman el mayor número de cabezas de ganado de la zona, ya que pueden desplazarse con mayor facilidad por las numerosas pendientes tan características de esta sierra rocosa.
Antiguamente los hurdanos y sus tierras pertenecían al término municipal de La Alberca, en la provincia de Salamanca, no fue hasta 1531 cuando por fin pudieron adquirirlas en propiedad y no tener que pagar para poder cultivarlas. Por ello pagaron a la Casa de Alba, antigua propietaria de las tierras hurdanas, siete mil quinientos maravedíes y setenta y cinco pares de perdices.

Ya a finales del siglo XIX, el obispo de Plasencia, Francisco Jarrín Moro, creó la Sociedad Esperanza de las Hurdes, y comenzó a despertarse un interés generalizado por esta comarca.

Debido a todos estos acontecimientos, ya a principios del siglo XX, concretamente en 1908, se creó el Primer Congreso Jurdanófilo, que tuvo lugar en Plasencia y más tarde se fundaría en Salamanca la revista “Las Hurdes”, que contó con colaboraciones de autores tan renombrados como José María Gabriel y Galán, que dedicó varias de sus obras a la gran admiración que sentía por esta comarca.

Ya bien entrado el siglo XX, doctores de gran prestigio de la época, como Gregorio Marañón, Bardají y Goyanes, hicieron una visita a las Hurdes, exactamente en el año 1922. Esta visita sirvió como preparación a la que hiciera en junio de ese mismo año el rey de España Alfonso XIII. Este hecho fue una de las grandes causas por la que esta comarca comenzara a ser conocida por sus bellos parajes, su exquisita gastronomía y la gran humildad y hospitalidad de sus gentes.

Laura Caparrós González

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